lunes, 24 de mayo de 2010

Bulldog Ingles

¿Quién al ver un Bulldog Inglés no se ha sorprendido pues su aparente fiereza esconde una conducta por demás bonachona? Su principal característica temperamental, a caballo entre la vaguería y la zalamería jocosa, no resulta comparable a la de cualquier otra raza canina. Parece testarudo y obcecado, y, además, lo es. Pero la influencia humana en estos animales, consigue un Bulldog adulto con su carácter notablemente modelado por el adiestramiento basado en su genética.
Como mascota y animal de compañía en el propio domicilio, el Bulldog Inglés es un ejemplar pacífico y gratificante, en contraposición a otros canes más nerviosos, ladradores o inquietos, que constantemente se están haciendo notar y recabando nuestra continua atención.
Su adiestramiento no resulta de lo más fácil, pues su instinto e inteligencia natural no le predisponen para la obediencia ciega, pero por su plena adaptación a permanecer encerrados en nuestros pisos sí son muy cómodos para nosotros como unas cariñosísimas mascotas.
Los Bulldog Inglés son muy cariñosos, zalameros -podíamos decir-, con las personas y en su compañía se sienten felices, no así rodeados de otros perros, con los que es muy reacio a entablar lazos de amistad. Esta característica temperamental del Bulldog Inglés es común a un gran número de razas caninas de combate que se entusiasman con las personas que les rodean, pero son insociables con otros animales de su especie.
Resumiendo, podemos señalar como los más característicos de los Bulldog Inglés, estos rasgos temperamentales: VALOR, PRUDENCIA, DETERMINACIÓN, DULZURA, FUERZA y TERNURA. Y una FIDELIDAD Y LEALTAD PARA CON SU DUEÑO, que es capaz de defenderlo incluso con su propia vida.


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